Más parecidas a las camas de hospital, son ideales para personas con movilidad reducida, ya que cuentan con un mecanismo que permiten regular la altura y la postura de la estructura. Ofrecen un mayor número de posibilidades de configuración y son mucho más cómodas tanto para el paciente como para el cuidador.
La elevación horizontal de la cama con respecto al suelo. Esta función facilita las tareas de cuidado básico diarias como el aseo o la alimentación, ya que la persona cuidadora no debe agacharse ni cargar mucho peso desde una posición poco ergonómica.